Tantos años rodeados de flores y seguro que pocas veces te has preguntado «¿Por qué huelen las flores?». El característico perfume que desprenden las flores es uno de los rasgos que las hacen tan especiales. Sin embargo, ese aroma que parece tan propio en realidad no lo es.
La frangancia de las flores está causada por los llamados compuestos orgánicos volátiles, unos productos químicos que proporcionan su olor a cada especie. Sustancias que, en función del día o de las condiciones ambientales, se desprenden, dando lugar a un perfume u otro. Encontrándose estos compuestos en diferentes partes de la planta, como el estambre, el pétalo o el polen. Al ser muy volátiles, se evaporan con gran facilidad, liberando su perfume al ambiente y difundiéndose con ella.
Cuando nos acercamos a una flor, las moléculas de su fragancia ya están difundidas en el aire y llegan hasta nuestra nariz, que envía información a nuestro cerebro para descifrar el olor, dando lugar a una sensación casi siempre agradable.