El árbol de Navidad, los calcetines en la chimenea y los adornos que colocamos sobre la mesa en Nochebuena son algo habitual durante estas fiestas, pero también lo son las flores que llena todo de alegría con su luminosidad, colorido y belleza. Las flores navideñas representan el sentido y la esencia de estas fechas, donde el verde es siempre el color protagonista. El color por excelencia de la naturaleza en su estado más puro, de la esperanza y y del crecimiento. La Navidad es una fiesta de invierno, por lo que el color verde simboliza la esperanza de que en primavera toda la naturaleza volverá a deleitarnos en todo su esplendor.
No obstante, aunque todos los arreglos florales y plantas navideñas son preciosas, lo cierto es que cada planta y cada flor tiene su importancia particular y un papel distinto dentro de la decoración. Y cada una posee su propia simbología, como amor, paz o prosperidad.
Gracias a la combinación de todas ellas, podemos conseguir un arreglo que se convierta en la estrella de las fiestas. Y, en este sentido, podemos encontrar desde flores tradicionales a otras más alternativas que combinan perfectamente con el ambiente tan especial que reina en las casas durante estas fiestas. Tanto en tonos típicos como el rojo o el blanco como en otros con matices o con degradados de amarillo y violeta.