Las plantas de interior viven en tu casa de forma permanente o durante periodos breves. Debemos saber distinguirlas ya que unas solo se adaptan a las condiciones cerradas durante el periodo de floración y las otras pueden vivir durante años si se siguen unas reglas y se cubren unas necesidades mínimas de aire, luz, agua y suelo.
El aire: SANO
El ambiente en que crece una planta es de vital importancia, a la mayoría de las plantas les gusta que haya humedad en el aire que las rodea, cosa que no siempre sucede debido a los sistemas de calefacción.
La temperatura real a la que se mantienen las plantas es importante: debe permanecer estable, sin embargo ligeras fluctuaciones no causan daños serios. Uno de los inconvenientes de cultivar plantas en casa es que mientras en la naturaleza la noche es más fría, dentro de la casa (al menos en invierno) puede ocurrir lo contrario. Esta es la situación contraria a la que necesitan las plantas.
Hay que evitar colocar las plantas en un salón con chimenea, justo encima del radiador o en lugares que reciban corriente.
La luz: CLARA
Ninguna planta verde puede crecer sin luz, y lo que para nosotros parece una habitación muy iluminada para la planta puede resultar sombría, esto es debido a que la luz atraviesa el cristal de la ventana, lo cual es muy distinto a la luz natural. Hay que evitar que el sol les dé directamente porque las puede quemar.
Las plantas tienden a crecer hacia la ventana que es su principal fuente de luz, por ello para evitar que la planta este torcida debemos girar el tiesto una vez por semana.
El Agua: JUSTA
Son muchas las plantas de interior que mueren por exceso de agua. El punto del agua es difícil de controlar ya que cada época del año requiere una cantidad de agua, normalmente necesitan más agua entre finales de primavera y mediados de otoño que es el momento en que más crecen, pero también influye la temperatura y la cantidad de luz.
Debemos administrar agua a las plantas siempre que el suelo del tiesto se seque, sin embargo la superficie se seca antes que la base, lo que puede confundirnos a la hora de pensar que necesita agua, una buena regla consiste en esperar 24 horas –aunque la superficie parezca seco- para volver a regar.
Cuando riegue, empape bien el tiesto y cerciórese de que el agua llegue al fondo, en cantidades pequeñas el agua nunca llegara a las raíces y es allí donde hace falta.
Si el suelo se secase por completo introduzca el tiesto en un recipiente con agua suficiente para llegar al borde del tiesto y déjelo empaparse aproximadamente una hora, luego levántelo y deje que repose hasta que el exceso de agua haya drenado.
No riegue nunca las plantas con agua muy fría, esto puede perjudicar a las raíces.
El suelo: ADECUADO
Por regla general las plantas de interior se introducen en tiestos con una mezcla de limo, turba, arena o bien con los llamados “sin suelo” a base de turba de fertilizantes añadidos. Ambos tipos son perfectamente adecuados, pero no deben mezclarse entre si.
Cualquiera que sea la mezcla básica utilizada, habrá que alimentar las plantas durante la estación de crecimiento (principios de verano a mediados de otoño) lo que suele hacerse a intervalos de una o dos semanas.
Cuando adquiera un fertilizante siga las instrucciones indicadas en el envase al pie de la letra.
Fdo. flores4you, Flores a domicilio
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