A diferencia de lo que sucede en otros países europeos como Holanda, en España no es habitual comprar un ramo de rosas para decorar nuestra casa, pero sí existe una costumbre muy extendida de enviar rosas a domicilio para ocasiones especiales a nuestros seres queridos, como puede ser un aniversario, San Valentín o el Día de la Madre. De hecho, las rosas rojas, junto son los bombones y el cava, son los regalos estrella el 14 de febrero. ¿A uién no le gusta recibir un ramo de rosas a domicilio? Y no sólo por su belleza, sino porque las flores cuentan con esa capacidad de transmitir sentimientos y emociones sin decir una sola palabra. Es precisamente esto lo que las hace tan especiales, ya que consiguen que cualquier momento corriente se convierta en un recuerdo inolvidable y que las persona que las reciba se sienta única.
Lamentablemente, las rosas no duran para siempre como nuestros recuerdos, ya que, irremediablemente, terminan marchitándose. Eso sí, debes saber que existen algunos trucos y consejos para conservar un ramo de rosas por más tiempo.
Consejos y trucos para conservar un ramo de rosas por más tiempo
Cuando recibimos un ramo de rosas a domicilio, automáticamente lo ponemos en agua. Y es que todo el mundo sabe que, para mantener las flores en buenas condiciones, es fundamental que reciban agua. De hecho, aunque hayan sido cortadas, las flores siguen absorbiendo agua durante mucho tiempo hasta que se marchitan y sus pétalos empiezan a caerse.La cuestión es que porque todo el mundo haga esto no quiere decir que lo estemos haciendo bien.
Cuando recibas un ramo de rosas, lo primero que debes hacer no es meterlas en agua corriendo, sino quitar el envoltorio que trae. Por lo general, suele ser de plástico, por lo que no dejará transpirar bien a las flores. Después, corta los tallos uno a uno unos dos centímetros. Es importante que sea un corte limpio y que se haga con un cuchillo bien afilado, nunca con unas tijeras a menos que sean de podar. Y tampoco con un cuchillo de sierra. Recuerda que el corte debe ser sesgado.
De esta forma, podrán absorber mucho mejor el agua. Ten en cuenta que los tallos cortados tienden a cicatrizar como si la planta todavía estuviera viva. Esto hace que no pueden absorber bien el agua, por lo que tus rosas se marchitarán antes. En cuanto a que el corte sea sesgado, esto es porque la capilaridad se produce mejor de esta manera.
También es muy importante que laves y desinfectes muy bien el recipiente donde vayas a meter las flores para evitar que tengan bacterias que puedan afectarlas negativamente. Además, las floristerías suelen incluir una bolsita que contiene un producto desinfectante para el agua y que sirve de alimento para que las flores duren más tiempo. Échalo en el agua. Si no lo tuvieras, puedes añadir un poco de azúcar y unas gotas de lejía.
Por supuesto, debes tener en cuenta que el agua de las rosas debe cambiarse cada día, especialmente en verano, ya que el calor y la humedad son el caldo de cultivo perfecto para las bacterias. Cuando lo hagas, aprovecha para cortar los tallos un poco y que las flores puedan seguir absorbiendo agua.
Por último, es importante que vayas sacando del jarrón las flores que se vayan marchitando y las hojas que se estropeen. De lo contrario, caerán al agua y se irán pudriendo dentro de ella. Si el agua no está limpia, lo único que conseguirás es atraer bacterias que harán que tu ramo de rosas dure mucho menos tiempo y no podrás disfrutar de ellas.
Cómos secar un ramo de rosas
Si lo que quieres es mantener tu ramo de rosas para siempre, lo mejor es secarlo. El único inconveniente es que no podrás disfrutar de las rosas frescas y hay muchas personas que disfrutan viendo las rosas frescas en un jarrón en su salón. No se pueden secar las rosas que ya están marchitas. De lo contrario, se estropearán antes de conseguir que estén secas.
Para secar rosas, hay muchas técnicas. Algunas de ellas más sencillas y otras más complejas en las que se usan productos químicos. La más fácil es la de colgar las flores boca abajo hasta que se hayan secado por completo. Elimina todas las rosas que se hayan estropeado y las hojas secas. Después corta un poco los tallos de la misma manera que si fueras a ponerlas en agua. Ata los tallos con una cuerda para que queden todos juntos y cuelga el ramo hacia abajo en un lugar fresco, oscuro y seco, como un armario, por ejemplo.
Una vez que el ramo se haya secado, solamente tienes que aplicar un poco de laca por encima para evitar que pierdan sus pétalos. De esta forma, tendrás un ramo de rosas secas que durará mucho más tiempo.
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